lunes, 20 de agosto de 2007

¿¿¿ADELANTADOS ELLOS O ATRASADOS NOSOTROS???

 
    Una buena pregunta cuando la realidad hace ver las cosas de otra forma.
 
    Aquí tienen ustedes uno de los inventos de Herón de Alejandría (20 a 62 d.C.), en el que por obra y gracia del señor Fuego, se abren y cierran las puertas de un palacio. El mencionado ingeniero griego fué quien inventó la domótica y la robótica. Nos congratulamos con ver que con el mando a distancia abrimos puertas, verjas y hasta nuestro coche pero, pensamos que esto es invención de hace pocos años atrás. También creemos que Stephenson es el padre de la máquina de vapor. Pues no. Herón de Alejandría con su Aeolípila hizo una demostración muy científica, de la fuerza y la utilidad del vapor de agua. Y que en la escuela nos hagan creer que todas esas cosas fueron inventadas diecisiete siglos después... ¿Qué pensarán nuestros hijos de nosotros?. Para ellos seremos unos ignorantes, seguro.
 
    Arquímedes... A ver quién se atreve a igualarle... ¿Serían capaces de entrar al baño y salir corriendo hacia la habitación con el "ciruelín" al aire gritando: "¡¡¡EUREKAAAA!!!? Yo no, pero bueno, depende de lo que descubriera, claro. El descubrió la densidad de los cuerpos, cosa que antes nadie supo descifrar. Padre de la Ciencia Ficción: "Dadme una palanca y un punto de apoyo y moveré el mundo". Atlas (el dios) le estará eternamente agradecido. Tantos años soportando el peso del mundo y fíjese, va el maestro Arquímedes y le soluciona la papeleta... También es padre del tornillo. Un simple tornillo o una alcayata que sujeta dos piezas...
 
    Ambroise Paré, de oficio barbero-cirujano. Gracias a él, dejaron de usar aceite hirviendo para las heridas de pólvora y amputar a diestro y siniestro.
 
    Da Vinci, más famoso por su "código" que por sus obras... ¡¡¡home, home...!!! Inventó armas, aviones, tanques... puso dibujos realistas a la anatomía... No pueden hablar mal de este señor. No se lo merece.
 
    Pitágoras, otro maestro griego que hizo que las matemáticas y la geometría fueran elevadas a su máximo exponente.
 
    Newton, gracias a él, sabemos la diferencia entre Gravedad y gravedad. Mucho aprendió este joven de otro gran maestro...: Galileo Galilei, que tuvo que retractarse de sus ideas por culpa de la humanidad. La tierra es redonda y gira alrededor del sol (Teoría de Nicolás Copérnico).
 
   Muchas de las cosas que fueron inventadas o descubiertas hace siglos se perdieron por la tozudez de la humanidad a no admitir la realidad. Ejemplo de ello fué la devastación de la Biblioteca de Alejandría. ¿Qué sería de la humanidad si la biblioteca siguiese existiendo hoy en día? Muy sencillo. Este mundo sería mucho mejor. No podíamos permitirnos perder a grandes filósofos, matemáticos, ingenieros, médicos, astrónomos, educadores... Pero el hombre sigue siendo un animal, un ignorante. Es preferible matar a un hombre a latigazos y haciéndole sufrir, en vez de enseñarle a leer y escribir, que pudiese manejar una máquina para que no sólo se alimentara él, sino toda su familia, su pueblo, y encima tendríamos el gusto de ser invitados a su hogar para pasar una velada maravillosa en compañía de su amistad.
 
    Si, seguiremos preguntándonos, ¿qué sería del mundo si...? Pero en vez de preguntarnos, lo mejor sería proporcionarnos nosotros mismos la respuesta: EL HOMBRE AVANZA CUANDO PIENSA LIBREMENTE, RETROCEDE CUANDO PIENSA BAJO RESTRICCIONES.
 
 
    Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela -Pitágoras

 

lunes, 13 de agosto de 2007

¿PEQUEÑA? ¡¡¡DON'T WORRY, BE HAPPY!!!

    Así se presentan decenas de e-mails que he recibido durante más de un mes. Todos con el mismo asunto.
 
    Parece ser que 300.000 hombres de todo el mundo no se sienten satisfechos con su tamaño, y un 70% de la población femenina, tampoco.
    Esto quiere decir que, o hay muchos hombres que quisieran tenerla como los potros o como los elefantes, o las mujeres están tan folladas que la tienen dada de sí y una de tamaño normal no les da gustirrinín.
 
    Pues lo siento mucho pero, a pesar de que yo también he sentido la "necesidad" de ampliar mi frontera, no voy a ser blanco del timo (porque supongo que lo será). Si un hombre no se siente satisfecho con su queridísimo amigo del alma, compañero fiel, inseparable colega de juergas, es porque ni aprecia su verdadera función, ni tiene confianza en sí mismo.
    Ese amigo inseparable ha estado con nosotros desde siempre, porque cuando éramos pequeños, nuestra madre ya nos enseñaba a echar la cintura para adelante, dejando al pequeño amigo al frente de la situación. Cada vez que lo hacíamos, las niñas nos miraban para ver cómo lo hacíamos. Pero nada ha cambiado. Ahora son nuestras hijas las que nos miran a ver cómo lo hacemos, y nosotros, vergonzosos, nos giramos tontamente para ocultar al amigo de la vista de nuestras infantiles mujeres.
    Somos tontos, de verdad.
 
    La gran encuesta dice: ¿el tamaño importa?. Pues no, claro que no. El tamaño sólo es para fanfarronear. Igual que los coches, cuanto más lujoso, más llama la atención. Lo verdaderamente importante para este amigo nuestro, es que cumpla con honores lo que nosotros queremos conseguir. Es un trabajo en equipo, no un logro individual.
 
    Muchas veces me pregunto si de verdad tenemos la necesidad de responder a semejantes timos para autosatisfacernos (para eso, mejor una gayola). ¿Hasta dónde llegará el narcisismo varonil?, ¿hasta dónde la tontería?.
 
    Amigo, si una mujer dice que la tienes pequeña, no te preocupes, respóndele esto seriamente:
"¿Acaso crees que no sé cómo se usa, o es que tú usas pepinos de la huerta de tu abuelo?. Muy fuerte si la usáis entera, subsana el entuerto si os quedáis en la coma.
 
    En caso de que sea un hombre, lo más bonito es decirle: "Gran superficie de contacto, mucha fricción, mucho calor, poca vida útil. Poca superficie de contacto, suficiente rozamiento, temperatura estable y larga duración".

     Ya saben, el que mucho abarca, poco aprieta. ¿Pequeña?. No lo sé, pero poco me importa.

miércoles, 8 de agosto de 2007

VALSEANDO CON MATILDA (WALTZING MATILDA)

    Valseando a Matilda, valseando a Matilda, ¿quién vendrá a valsear a Matilda conmigo? (...)...
 
    Esta sería la traducción literal de la canción "Waltzing Matilda" que es, nada más y nada menos, que el himno NO oficial de Australia (a punto estuvo de serlo).
    Mis contemporaneos la recordarán seguramente por la serie de los 80 "Valle Secreto" o "Los chicos del Valle Secreto" (Secret Valley). Aunque en su caso, la letra cambia bastante porque ellos decían que "I know a Valley (...)" (sé de/conozco un valle).
 
    Podemos dejar (de momento) la tele apartada unos momentos y pretender explicar la historia que Andrew Barton "Banjo" Peterson nos relata en esta canción.
 
    Se trata de una alegoría a la libertad y a la humanidad, un desafío de los pobres frente a los ricos, en la que un vagabundo (swagman) está acampado en la orilla de una laguna (billabong, como la marca de surferos) y bajo un eucalipto (coolibah).
    Tras un rato, ve cómo un corderito (jumbuck) se acerca a beber en la lagunilla y, debido a que el hombre pasa hambre, coge el cordero para comer (lo mete en su mochila).
    El ranchero (squatter) se da cuenta de lo sucedido y avisa a los "Rangers" (se presentan tres), los cuales van a dar cuenta del pobre hombre raudos y veloces.
    El hombre, que no tiene nada que perder y no quiere ser capturado, se tira a la laguna advirtiendo a los captores "¡nunca me cogeréis!", ahogándose en ella.
    Por último, advierte que su fantasma se te aparecerá si pasas por aquella lagunilla invitandote a que vayas a valsear a Matilda con él.
 
 
    Para una mejor comprensión, decir que el hombre no es literalmente un vagabundo, para nosotros sería una especie de jornalero que va de un lado a otro buscando trabajo. Y lo de "valsear a Matilda", se refiere al hecho de ir de un lado a otro con el típico bulto hecho con sus pertenencias (bulto atado a un bastón). Matilda era el nombre cariñoso de la casaca usada por los soldados germanos, y que dicho bocablo llegó a Australia gracias a los emigrantes alemanes.
 
    Cantar esta canción parece que inspira a uno la libertad de salir a caminar y marchar a su ritmo. De hecho, lo usan los soldados estadounidenses para marcar el ritmo en sus desfiles.
 
    Pues eso:
    "Waltzing Matilda, Waltzing Matilda, who'll come a Waltzing Matilda with me (...)..."