lunes, 16 de julio de 2007

BLANCANIEVES Y LOS 7 PECADOS CAPITALES

No, no es ningún cuento ni ninguna nueva versión del clásico de Disney. Lo que realmente estoy haciendo es darle una nueva cara, refrescar la imagen de nuestra sociedad y darle un poco más de rectitud.
Sí, rectitud, porque nos hemos ido por los Cerros de Úbeda, por Despeñaperros o por cualquier otro sitio que no sea el que realmente tengamos que trazar.
Mire usted, otro camino lleno de curvas como de las que advierte el membrete de nuestro queridísimo blog.
Pues bien, sin más dilación, comencemos a enumerar los enanitos (digo, los pecados) que son los siete que a continuación saco a relucir:
 
- Acidia (en latín Pereza). ¿Qué puedo decir?. Todos cometemos este pecado. Algunos dirán "¡pues yo no!", ¿ah, no?, espera... ahora te voy a nombrar unos cuantos ejemplos... Cuando éramos pequeños y nuestra madre nos despertaba por la mañana para ir al colegio... ¿algún día hubo que tiráramos de las sábanas para seguir durmiendo, verdad? Pues ya está. Perezosos somos. Luego, que hubieran más o menos oportunidades de decir "déjame en paz", "luego lo hago", "ahora voy", "déjelo usted para mañana"...
Si hombre, que no nos chupamos el dedo, que alguna vez fuimos perezosos.
Solución: la diligencia. Ya, ya empezamos con las tonterías. Noooooooo, que no se trata de la Wells and Fargo. Se trata de imponerse las metas y cumplirlas en un determinado tiempo. Es la barrera de superarse a sí mismo.
Castigo: una fosa llena de serpientes. Sí, Indiana Jones debía ser perezoso a más no poder porque se las tenía que ver en cada aventura en el antiguo Egipto con dichos invertebrados.
Para los que pregunten qué demonio está vinculado con este pecado, decir que es Belphegor, que ayuda a la gente a hacer descubrimientos, principalmente en el campo de la ciencia. Es difícil de convocar debido a que su ofrenda de sacrificio es excremento (¿qué dices?, ¡¡¡pero si es facilísimo!!!, te cagas en él y ya está). Si dices 7 veces su nombre caerás en coma y dormirás por semanas (yo que tú, ni en pensamiento, por si acaso).
 
- Avaritia (en latín avaricia). ¿Quién no ha sido avaro? Vale, no pregunto ni culpo a nadie. Pero, ¿qué podemos hacer? Somos humanos, torpes y débiles.
Solución: ser generosos. Y no me refiero al dinero precisamente, sino a ser altruísta.
Una pega. La generosidad viene dada por un sentimiento de culpabilidad a favor de una necesidad de liberación de esos remordimientos. Una vez saciados, ya no hay más necesidad de mostrarse generoso, y nos volvemos egoistas. O sea, que es un círculo vicioso.
Castigo: aceite hirviendo. O lo que es lo mismo, frito como una patata o una salchicha (calentito, calentito)
Su demonio: el Mamón. Sí, sí, Mammon. Como suena. Es el demonio de los avaros. Sino, ¿de dónde creéis que viene la locución tan castiza "¡¡¡no me seas mamón!!!"? Pues eso, ¡¡¡mamones!!! (le estoy pillando el gusto, oye).
 
- Gula. De este mejor, no comento. Todos sabemos qué es y a qué se dedica.
Solución: templanza (en latín, frenum). Eso, ¡echa el freno, magdaleno!.
Castigo: forzado a comer ratas, sapos, lagartijas y serpientes vivas. ¡¡¡Vaya!!! iba a decir yo que eso lo hacen los SEALs, Rangers, Legionarios y demás guerreros militares (y no tan militares, como los Yanomamis y los Bosquimanos), pero lo de vivos... ejem, ejem...
El demonio: Beelzebub, Baal Zabut, Belcebú o como lo queráis llamar. También podéis optar por su traducción, "señor de las moscas".
 
- Invidia. ¿Quién no ha querido ser o parecerse a tal o cual?, ¿o tener lo de fulanito o menganito?. ¿Nadie, verdad?.
Solución: caridad (en latín humanitas). ¡Fíjate qué cosas!. Para la envidia, la solución es humanidad. Alguno pensará: "entonces el mero hecho de ser humano, ya me libera...". Seguro. ¡¡¡Léetelo de nuevo, chaval!!!.
Castigo: Sumergir en agua helada. Sé de gente que hace esto todos los años. Y se lo pasan en grande. ¿Habéis probado a ducharos con agua fría? Sí, lo pasas mal. Sobre todo porque el champú tarda un poco más en irse, pero aguantas, respiras más fuertemente, sientes cómo tu corazón bombea como un loco, pero tú aguantas. Cierras el grifo y coges rápido la toalla. Tu cuerpo tiembla, pero por razones que no llegas a descubrir, te sientes bien. Sientes como si una carga hubiera desaparecido, y te sientes como un hombre nuevo. ¿A ver si va a ser eso?.
Demonio: Leviatán. Algo parecido a Kraken (película "Furia de Titanes"),  de la Iliada de Homero.
 
- Ira.
Solución: Paciencia. Ser pacientes, no tontos, ¿vale?. Como dicen: "la paciencia es la madre de la ciencia".
Castigo: desmembramiento. ¿Cuántos no fueron castigados así sin que fueran odiosos sino odiados?
Demonio: Satanás (enemigo, acusador). Ahora ya sabéis de dónde viene lo de "abogado del diablo". Más bien sería "fiscal de los demonios".
 
- Luxuria. De aquí mejor callarse. Cada uno que cargue con lo suyo. Todos somos padres de hijos e hijos de padres. Es el pecado más conocido.
Solución : la castidad. (¡¡¡Ahora vas y lo cascas!!!) Buenooooooooo... Dime, dime. ¿Vas a hacer voto de castidad, cuando dicen que hasta los curas ni lo hacen? Ya no hay hombres santos. Y si hay alguno, le llaman de todo, menos casto.
Castigo: asfixiado en fuego y azufre. Para eso mira, las centrales térmicas alimentadas con carbón o te tiras al interior de un volcán. ¡Oye, soluciones más rápidas imposibles!.
Demonio: Asmodeus. Como creen algunos, el padre de Merlín (sí, sí, el viejo mago con cara de bonachón que dio a Arturo la espada Excalibur). Mira tú en qué acaba la cosa, oye.
 
- Superbia (en latín soberbia/orgullo).  Es la causa de la caída de Lucifer. Debería haberla puesto la primera, ya que es la más importante, pero como lo último que se lee, es lo que más perdura en la cabeza de la gente, pues es lo último, sí.
Solución: humildad (humilitas en latín). Por eso, cuando nos damos de grandes y mejores, una pequeña cura de humildad nos hace bajar de las nubes.
Castigo: la rueda. Esto es, una rueda que se hacía girar haciendo que el infractor se mareara y perdiera la consciencia. Luego, se le agregaba un eje y se hacía bajar al agua para que se ahogara y además quedaba aplastado por la propia rueda.
Demonio: Lucifer (luz fea). Antes de ser "desalojado" del Cielo, se llamaba Luzbel (luz bella), pero al ser un arcángel hermoso y compartir con Gabriel un puesto de gran estatus, se le subió la categoría más de lo debido, con las consiguientes consecuencias. ¡¡¡Patadón y p'abajo!!!. El resto, ya lo sabéis culturalmente. Es malo maloso.
Pues con esto, termino con los pecados capitales. La Santa Madre me dará una buena colleja por publicar esto, pero es que si no repasamos de vez en cuando, lo pasaremos por alto y luego lo que haremos será seguir tropezando con la misma piedra una y otra vez.
"Alea jacta est et mea culpa est qui peccatore sunt" (lo último es de mi cosecha, por lo tanto, puede no estar correctamente conjugado).

viernes, 13 de julio de 2007

MALDITA MÚSICA, BENDITA MÚSICA...

Escribo esto mientras suena Concierto para Mandolina en Sol Mayor de Vivaldi. Y es que llevo estos últimos días deleitandome con la música clásica. Mientras trabajo, mientras hago cosas, mientras descanso y me relajo. No hay mejor terapia para sentirse bien, que un buen ambiente y la agradable compañía de los clásicos. Clásicos que gusten, que sumerjan a uno en un estado de éxtasis existencial donde los problemas y los ruidos no tengan cabida.
Es un placer para los oídos escuchar piezas tan diversas como melódicas. Zambullirse entre notas de piano o susurros de violín. Dejarse llevar por la melodía. Imaginar al libre albedrío.
Recuerdo que cuando era niño, estando en Suiza con mis padres y recién comprada la televisión, ya bastante tarde (no recuerdo la hora), había en programación una especie de dibujos animados cuyo fondo musical era el famosísimo Bolero de Ravel. Tal quedó grabado en mi mente, que aún hoy, deleitándome con los compases cíclicos de la melodía, se me vienen a la cabeza pequeños fragmentos de aquellos dibujos tan bien hechos. Se aprecian los detalles de la melodía, en los que un individuo pequeño comienza a caminar por un sendero y a él se le van agregando más indivíduos, dejando los más voluminosos para el final. Si no me creeis, mirad lo que a continuación expongo.
Los encontré en una web de vídeos. A algunos les gusta, a otros no, pero yo era un niño... y descubrí así la música clásica. El tiempo me dió las siguientes tajadas, así que ya veis. Juzgad vosotros mismos. ¿Cómo conseguir que un niño tragara clásicos de la forma más sencilla? Pues con dibujos animados. Así salió después Fantasía de la factoría Dísney. ¡¡¡Menuda fartura de clásicos bien acompasados!!!.
Pero no busqueis los clásicos que más suenan. Buscad aquellos que más recuerdos os traigan y oíd el concierto entero. Más de uno se sorprenderá de lo que se puede encontrar.
Disfrutadlo.

martes, 10 de julio de 2007

¿QUIENES SOMOS?, ¿DE DONDE VENIMOS?, ¿A DONDE VAMOS?.

Éstas son las tres preguntas eternas.
Pero nadie las responderá con certeza. Se hablará del mismo tema en diversos ámbitos, pero esta vez quiero hacerlo patente: hablo de mi familia.
Como es lógico, nadie quiere tirar los trapos sucios para que otros los vean y hagan de una pequeña manchita de agua un lamparón de lejía. Yo tampoco, pero desde hace bastante tiempo, me viene corroyendo esa ansia de conocimiento, ese querer saber, vamos, lo que nos ha hecho humanos. No lo hago por mí solamente, lo hago por los demás, por mi hija, mis padres, mi hermano, mis primos, mis tíos... Todos queremos saber, porque no sabemos nada.
Sí, es tajante y a la vez insólito, que nadie sepa nada más allá de sus abuelos, salvo quienes tuvieron la fortuna de conocer a sus bisabuelos siendo niño o aquellos que, por su prestigio, conocen a toda su rama genealógica.
Me parece bien que en el colegio tengamos que empollarnos la genealogía de S. M. Don Juan Carlos I, ya que forma parte de nuestra sociedad pero, ¿para qué cojones quiero saber yo las mujeres de Enrique VIII, aquellas que fueron aniquiladas una a una porque al gordinflón de los cojones le pasaba por los susodichos lo que dijera el Papa?. Pues no. No quiero saber, aunque sepa la lista de memoria, las esposas del fulano.
Hagamos un estudio. Si a los niños de un colegio cualquiera, les pedimos que nos hagan un sencillo árbol genealógico, la mayoría de ellos no pasará de sus bisabuelos, a lo sumo tatarabuelos gracias al conocimiento de sus padres y abuelos, pero nada más.
Caso aparte es la procedencia de los ancestros y sus deberes. Actualmente podemos decir que el niño Fulanito, hijo de Fulano (Arquitecto) y Fulana (Médico), es nieto de Mengano (Encargado de obra) y Mengana (ama de casa) y nieto también de Paisano (Médico de pueblo) y Paisana (Tendera). Pero lo que el pobre Fulanito no sabe es que sus bisabuelos fueron agricultores, o emigrantes, o vaya usted a saber. El niño Fulanito piensa que viene de una familia noble, porque tiene un apellido raro, o es el nombre de una población, o de un título nobiliario (como es mi caso), o porque un tío de su madre era la virgen santa de importante. Pobre Fulanito, no sabe que viene de una casta pobre, que en su familia siempre fueron agricultores, de esos de sol a sol, dando más de la mitad de la cosecha a la Iglesia, al Estado y a la Gran Señora Duquesa de Alba, ya que las tierras le pertenecen a ella. Pobre Fulanito, cuando se entere de que eran pobres, de que nunca tuvieron una PSP, un DVD, una tele, juguetes, montones de lápices de colores, unos playeros chulis y todo lo que tiene él. Pobrecito. Cuando se haga mayor, lo entenderá (piensan sus padres).
Sí, uno se hace mayor y empieza a conocer que antes de la democracia hubo una dictadura, emigraciones, una guerra entre hermanos, pueblos y que murió mucha gente. Que hubo repúblicas, guerras entre reyes, imperios, revoluciones, pestes, la Inquisición... y seguimos hacia atrás hasta que nos damos cuenta de que somos hijos de la misma mona... Sí, una monada (como te llama tu vecina del 3º). Pero sigues sin saber quién cojones eres tú.
La primera pregunta, sin darnos cuenta, ya la contestamos. Somos una monada. ¿Verdad que es gracioso?. Eso hay que tenerlo claro. Somos animales. Evolucionados, pero animales.
Fulanito aprendió en el colegio que descendemos del mono. Que empezamos a tirarnos piedras y aprendimos a matar, a cazar y a labrar la tierra.
Sí, parece algo lejano, pero aprendimos, en la escuela de la vida, gracias a nuestros ancestros sabemos, casi genéticamente, que las semillas se entierran, se riegan y que crecen. ¡¡¡Ufff!!! cuánto saber, eh!!!. ¡¡¡Ignorantes!!! Sabemos más de lo que demostramos. Vemos películas de "riesgo" en las que los protagonistas hacen verdaderos milagros con lo que tienen a su alrededor. Saben sobrevivir. Nosotros decimos: "eso no sé si podría hacerlo yo". ¡Claro que sí, hombre, incluso mucho más y mejor!.
Fulanito, ya algo más mayor, se dio cuenta de que gracias a los Registros Civiles se puede saber más sobre uno mismo, y tira de la cuerda. Descubre que es descendiente de un paisano campechano, de los de boina y carro de bueyes, de una mujer, madre de un pelotón de chiquillos que andaban medio descalzos por el pueblo, que se iban a bañar al río porque no tenían bañera en casa. Que esas personas echaron para adelante a los niños con lo poco que tenían y que llegaron a donde llegaron. Que fue así durante años, décadas.
Gracias a los archivos de la Madre Iglesia, pudo saber más. Que hubo más agricultores en su familia. Pero grandes personas. Ahora ya conoce sus nombres. Ahora ya sabe cómo vivían. No le hace falta fotos, los ve en sus adentros como si estuviesen vivos. Sabe que tiene parte de ellos en su sangre, y con eso le basta.
Sabe que hace muchísimo tiempo uno de ellos trabajó para el rey, fue un hombre de confianza, dio su vida por defenderlo ante sus enemigos.
No, Fulanito, no vayas a pedirle cuentas al Rey, ahora. No te atenderá. Quizás te mande una carta escrita por uno de sus consejeros y rubricada por él mismo felicitándote por ser descendiente directo de aquél paisano que estuvo a las órdenes de su ancestro. No, Fulanito, no cometas locuras. Sólo tú sabes que eres el descendiente de tal. Igual que tus primos, que tus tíos, que tus abuelos y el resto de la familia. No eres tú sólo el que tiene derecho a decir quién eres. Pero sabes de dónde vienes.
Ya ves, segunda pregunta contestada.
La tercera... creo, amigo Fulanito, que la tercera sólo la podrá responder el tiempo... Sólo puedes dejar constancia de tu paso por el mundo a los que te siguen, y sentirte orgulloso de que perteneces a esa Gran Familia.
Rinde homenaje a los que pertenecieron, y saluda con orgullo a los que ya están aquí y a los que vendrán, los que te llamarán abuelo algún día y te harán las tres mismas preguntas que tú también te has hecho.
- Con cariño a los amigos del grupo de Genealogía Reino de León de Yahoo -.

lunes, 9 de julio de 2007

...SOY COMO EL AIRE!!!,¡¡¡AAAAAAAAAH!!!

¡¡¡Que sí, que sí, que volvemos a los 80 otra vez!!! Y es que la propia televisión se ha dado cuenta de que la música yo no es lo que era, y han decidido poner la música ochentera en sus propios anuncios.
¡¡¡Y cómo está pegando, señores!!! Ahora hacemos "zapping" en nuestro televisor para poder cantar con los presentadores del canal Cuatro. Ellos en un Audi (Quattro, como el canal. Que no son tontos) mientras nosotros estamos en nuestro sofá, con el mando a distancia en la mano, y cantando el superexitazo "Aire". ¿Que no lo recuerdan?. ¡¡¡Sí, hombre!!! El estribillo que cantábamos todos en los guateques (a los que yo tuve el honor de asistir antes de su completa desaparición), y que decía lo siguiente:
"Aire, (¡¡¡aaaah!!!),
soy como el aire,(¡¡¡aaaah!!!),
pegado a tí,
siguiéndote al andar.
Porque te juro que soy aire, (¡¡¡aaaah!!!),
soy como el aire, (¡¡¡aaaah!!!,
pegado a tí,
no puedes escapar,
no te resistas nunca."
Pues animosos nosotros, cantamos el estribillo de nuevo con aquella viveza que teníamos antes. Y rebuscamos entre los "cassettes" (sí, que aún se guardan, chavalín) aquellos popurrís de La Década Prodigiosa.
Pero bueno, también hay que contar con que Alaska con sus Pegamoides, o con Dinarama, o ella sola, también está sacándole jugo a los 80, 90 y dos miles. Han vuelto por sus fueros los mismos que antes nos hacían mover el "esqueleto", haciendo duetos con los grupos de éxito de ahora. Notable es el regreso de Hombres G con su gira junto a El Canto del Loco, o Ana Torroja haciendo memoria y actualizando versiones de Mecano.
Ya veis, como el turrón de El Almendro, los 80, 90 e incluso los 70, vuelven cuando les da la gana a los responsables de publicidad. Si es que los grupos y solistas de ahora ya no tienen tanto gancho en sus canciones. Ya lo dice Mario (Dark la eMe):
"tu artista favorito es un fraude, te está mintiendo, firma canciones pero tiene a pringaos escribiendo (...)".
No se puede hablar de estas cosas tan a menudo, que luego se peca. Y pecamos cantando esas canciones tan horribles que llenan nuestros oídos las radios mal programadas, esas que cada hora te han puesto la malnombrada "canción del verano", no porque no lo sea, sino porque es tan odiada, que termina siendo la "No canción del verano" o "el éxito vomitivo del verano".
¿Y esa italiana que sale "rebuznando" la expresión -los micrófonos- y en la que se pueden oír gemidos de la susodicha?. Que aprenda de Raffaella Carrá. No gemía, pero sabía por descontado de que en el sur de Europa "se folla de puta madre".
¿Habéis oído la versión de El Koala de la canción "Mi carro" de Manolo Escobar? Sí, menos mal que salen Manolo y una ristra de coches tuneados, que sino...
Lo siento, pero no puedo seguir escribiendo. Tengo arcadas...
Por cierto, la única canción que puedo mandar a la cima de la lista de éxitos del verano es la de El Fenómeno, con su tema "Quiero ser un producto". Qué fino el tío. Va directo al blanco. A donde más duele. Y sale tatuado con un código de barras en el trasero. Eso sí que es una canción con base.
Pues nada. ¡¡¡Yo también quiero ser un producto!!!. Y venderme mucho, que me compren las chicas guapas y hacer caso a la Carrá mientras estoy inmerso en el éxtasis de un buen... Bueno, ustedes ya me entienden...

jueves, 5 de julio de 2007

PONTE EL CINTURÓN, PROTEGE TU VIDA...

... Podía ser tranquilamente la nueva campaña de la Dirección General de Tráfico, sí. ¡¡¡Qué pena!!! Resulta que el melodioso estribillo forma parte del recital que una muchacha valenciana dio ante los irreverentes y cebollinos jueces del mediático programa "Factor X", que ofrece el canal Cuatro.
Y digo que es una verdadera pena, porque resulta que, no solo es pegadizo, es melodioso, sino que también es resultón. Me explico. En la emisora que escucho con mucho orgullo (son amigos y yo soy oyente desde que era emisora local) lo tienen como parte de sus jingles (cuñas) y lo meten por antena entre las intervenciones de los radio oyentes. Y no hay manera de quitárselo de la cabeza.
Claro, con esa melodía en el cacúmen cada vez que te subes al coche, se convierte en el mejor recordatorio de que tu seguridad es importante.
Me dan ganas de decirme aquello de: "me molo a mí mismo" y es que es cierto. Te subes al coche y, si no te lo ponen en la radio, lo repites instintivamente como aquella canción que te gusta tanto, o la que odias, pero es tan pegadiza que es imposible que no la tararees inconscientemente. Y en un pis-pas ya te has puesto el cinturón. ¡¡¡Olé tus huevos!!!. Antes no había manera de ponértelo, y ahora es un acto casi natural.
Pues anda que no hubo risitas, abucheos y demás para la pobre mujer. Dicen las malas lenguas que es actriz, que si es mujer de no sé quién, que si un empresario la envió allí, la propia DGT la contrató... Mil y una historias de una mujer, que seguro no tiene nada que ver con ningún organismo público o privado, han sido levantadas como polvo en el desierto.
¡Pues a mí me la suda quién sea!. El estribillo de marras ha hecho que me ponga el cinturón sin pensarlo. Las últimas campañas que la propia DGT distribuye por los medios de comunicación son tan efectivos como un pedo en un ascensor. La gente los aguanta porque no les queda más remedio. Son asquerosos. Alto contenido en "gore", te los ponen en cualquier franja horaria, los telediarios los incluyen (de modo efectivo) en sus noticias: "En el pasado fin de semana, el número de accidentes ascendió un 3% respecto al año pasado en las mismas fechas... (...)" y tú te lo tragas mientras estás comiendo, estás cenando o es tu última parada antes de retirarte a la alcoba. Claro, se te retuerce el estómago viendo tanta sangre, tanta gente llorando y tanta pompa fúnebre. Con eso lo que consiguen es que vayas al baño urgentemente y te pases lo que resta de telediario allí. Pero cuando llegas al coche, todo se ha pasado ya. No te vienen las imágenes, no te vienen los sentimientos. Pones la radio y te pones a cantar... "Pásame la boteeellaaaaaaa, voy a beber en nombre de ellaaaaaaaaa...". Ya se pasó todo el mal trago que pasaste en el baño, ¿lo ves?.
Pero hay dios en los cielos, y salió esta mujer. Nos metió el estribillo por los oídos y ahora no paramos de oír el eco en nuestro vacío coco. Y si no, están las emisoras de radio para recordárnoslo.
Pero resulta que ahí no acaba la cosa. La susodicha mujer resulta que tiene todo un repertorio de "consejos cantados" guardados en la manga. Que si un niño detrás de una pelota, que si un accidente le dejó en silla de ruedas o la palmó... ¡¡¡Pufff!!!, ¡menuda colección!. La DGT tiene que ficharla porque sino, seguro que queda en el olvido, y no estamos para menospreciar o dejar pasar oportunidades. ¿Qué queréis?, prefiero mandar a esta mujer (que no es agraciada con la voz pero sí con la cabeza) a Eurovisión en vez de los borregos sacados de "programillas" varios tipo OT (cariñosamente llamado "Operación Zurullo" porque es una mierda) en el que prima la vida de los concursantes de la "academia" en vez de sus notas y su progresión. ¿Vuestras madres qué miraban más, vuestras notas en el cole o si habías estado hablando con un/una compañero/a de la otra clase?. Es deprimente, de verdad.
Pero no es turno de profetizar cuando España volverá a ganar Eurovisión desde que Massiel o Salomé lo hicieron en la década de los 60. Eso lo dejaré para más adelante. Ahora no pensemos en eso, que da más pena que dolor.
Ahora es el momento de gloria para una valenciana que supo cantar a través de un programa mediático que ponerse el cinturón de seguridad cada vez que te subes al coche, es un hecho importante.
Quedaos con la copla. Yo ya lo he hecho. Ponga la radio, o aunque no lo haga, en cuanto me subo al coche se me viene a la cabeza la corta, pero efectiva, melodía.
Poneos el cinturón. Y más ahora que os vais de vacaciones.

miércoles, 4 de julio de 2007

LA FIEBRE DEL MOTOR (O CÓMO HACER EL TONTO EN LA CARRETERA)

Pues es cierto. Yo lo vivo todos los días. Sin ir más lejos, ayer, cuando regresaba a casa después de trabajar, me crucé en mi camino (en realidad se me cruzaron ellos) dos chavales (más bien niñatos) con sus Audi A4 2.0 de gasolina (200 CV), nuevecitos (matriculados con las letras FRB y FDP). Muy panchones ellos, ¡oiga!.
Pues me plantaron su trasera, uno detrás de otro, desde Posada de Llanera hasta Los Campos (unos 20 kms. aproximadamente) en los que yo, como buen macho ibérico, les planté mis 105 CV de mi Renault Mégane II (1.5 TDI), que es como comparar el Ferrari de Schumacher con el Renault que Alonso condujo cuando ganó su primer campeonato.
Sí, señores, les planté cara con mi orgullo (¡¡¡mal hecho, chaval!!!) y me puse entre los dos. Esas posiciones se guardaron durante toda la "carrera", no descartando los continuos intentos del segundo de ellos por adelantarme antes de llegar a Cancienes (a 5 kms. de Los Campos), y al que adelanté bajando el Alto de La Miranda en una magistral maniobra pillándolo por desprevenido (creyó que no era rival para su motor) y colocándome entre los dos vehículos el resto del trayecto.
Al llegar a Los Campos, antes del semáforo del cruce de la general, el que iba delante de mí activa su intermitente izquierdo, con intenciones de entrar en la gasolinera. Entra. Yo paso avanzando hacia el semáforo y miro hacia atrás, observando la maniobra del segundo A4. Activa su intermitente también y entra en la gasolinera después del primero. Se acabó la "carrera". Podio para mi "chiquitín" y 8 puntos más en la general. O como en la I Guerra Mundial, una esvástica en el lateral de mi victorioso biplano aliado.
Pero no estamos aquí para ponernos condecoraciones por hacer el "panoli" con los coches. Lo que quiero que llegue a lo más profundo de la reflexión, es valorar el automóvil, que no por ser más potente, o por ser de una determinada marca, es más o es menos. No. El verdadero valor de un vehículo, debe definirse por su uso correcto, su buen mantenimiento y cuidado, y sobre todo, por la seguridad que ofrece. ¿De qué sirve tener un coche de gama alta, si sólo lo vas a llevar a la esquina de dos calles más adelante para aparcarlo delante del bar?. Pues para eso te vas andando y así no pierdes la plaza (si está jodido aparcar, como es mi caso), haces ejercicio, no gastas carburante (¡¡¡ahorras dinerillo, colega!!!) y encima no contaminas (ahora ligas más si eres ecológico).
Al ver que los dos "supercochazos" entraban en la gasolinera, me dieron ganas de bajar la ventanilla y gritarles: "¡¡¡Qué!!!, ¿ya os quedasteis en la reserva por dos acelerones?", pero no me da la gana de rebajarme a su posición. Yo soy más civilizado. Volví la atención a la carretera y a la preocupación de llegar a la calle y encontrar un sitio donde aparcar, o en su defecto, encontrarlo lo más cerca posible.
Como colofón, comentaros que no hace mucho, un vecino del pueblo me preguntó si el coche que tenía aparcado delante de casa era mío (¡¡¡pero bueno, ¿no sabes preguntar?!!! - pensé yo). Tras responder afirmativamente, me rogó que lo aparcara más atrás, por la sencilla razón de que quitaba luz en la cocina (vale, sin problemas). Mientras abría el coche y me subía a él, me soltó algo que me dejó (como dice mi buena amiga Lucía) "aluciflipado":
- ¡¡¡Qué coche más bonito, y qué grande!!!.
¡¡¡¡¡Ostras, Pedrín!!!!! ¿me lo repita, por favor?. Pero vamos a ver, vecinín del alma. Míralo bien. ¿No crees que para mi situación es recomendable tener un coche de 5 puertas, con un buen maletero y que me guste? (eso es lo más importante. Porque no creo que nadie tenga un coche que no le guste, ¿no?).
Le bajé la excitación informándole de la cilindrada, de la potencia y de la gama a la que pertenece mi coche.
Aún así, tenía los ojos enooooooooooormes. Admiraba mi coche como una joya. Yo pensaba para mis adentros: "pero si tú estás soltero y tienes 50 tacos, ¿para qué quieres un coche grande?. Tienes tu 3 puertas 1.8, ¿para qué quieres más?".
Luego lo comenté con mi madre, quien soltó una gran risotada mientras cocinaba. No era para menos. La gente de pueblo es como es.
Mi recomendación (si no os habéis dado cuenta hasta ahora) es la de comprar el coche que cumpla con vuestras necesidades, que sea seguro, económico (en gasto de carburante), lo suficientemente potente y, sobre todo, que os guste. No busquéis coches de gama alta porque no merece la pena gastarse tantos euros en un coche al que nunca vas a pasar de 133 km/h (la DGT se encargará de que no lo hagas). No vale la pena picarse en la carretera (por seguridad e integridad) porque así demuestras que no has evolucionado racionalmente.
Un último consejo: léete el título del blog. "No corras papá".

martes, 3 de julio de 2007

JAIMITO VUELVE A CASA... POR EL VERANO!!!???

No. No es Alvaro Vitali el que está ahora de moda, no. Es un subproducto estereotípico del personal de Vale Music que rinde homenaje (¡¡¡malísimo, oiga!!!) a este personaje tan latino como picantemente inocente.
Si es que no se puede dejar de imaginarse uno a un pequeño preadolescente calenturiento (que todos en alguna ocasión hemos sido) descubriendo los placeres de la carne y los atributos femeninos tan remarcados en los albores de las primaveras del buen tiempo.
Como es lógico, este personaje es el arquetipo del pícaro de antaño, listo como el hambre y que no dejaba pasar una en cuanto tenía posibilidad. También hemos de admitir que todos hemos tenido parte de él en algún momento. No voy a ser descarado y poner ejemplos de mal gusto, pero... ¿quién de pequeño no se preguntó en alguna ocasión porqué cuando las compañeras de clase se ponían aquellas falditas que dejaban ver las rodillas uno se sentía desorientado y a disgusto de repente? Con el tiempo llegamos a comprender que era una reacción natural, algo instintivo, algo que ya estaba en los genes. No olvidemos que somos animales a pesar de todo (no hace falta exhibirse en público para demostrarlo, ¿vale?).
Pero bueno, volvamos al redil. El temita en cuestión parece ser que lo canta una persona con deficiencia mental (hombre, no olvidemos que el estado da subvenciones por emplear a determinadas personas) y en la que aparece rodeadísimo de chicas guapísimas dejando entrever sus atributos femeninos. Como viene siendo costumbre en las discográficas, la cosa es vender, pero ya que los discos no se venden gracias a la piratería, pues ahora el negocio está en que los vídeos (en la web) o la propia música (programas P2P) se distribuya a su antojo. Ellos cobrarán su parte por cada vez que alguien lo vea o se lo descargue. ¡¡¡Perfecto!!! No olvidemos que lo suyo es puro negocio. ¡¡¡Tienen que comer, por dios!!! Ya no importa si la canción es una basura o si es pegadiza o qué. Ahora lo que da de comer es remover la basura. Sí, como hacen los pobres que no tienen nada que llevarse a la boca, pero hacerlo civilizadamente. Y nosotros nos comemos la "mierda" que nos dan como hambrientos porque no hay otra cosa. ¿Que no?. ¿Ya habéis olvidado los clásicos?, ¿habéis olvidado la música que dió de comer a muchos y que son un manjar en los oídos de la mayoría de la gente?. Id al otorrino de vez en cuando a que os limpie los oídos y deleitaros con las piezas que revolucionaron desde hace siglos la música. Hay obras por las que no pasarán los años... Beethoven, Bach, Vivaldi, Mozart, Händel, Schubert, Chopin, Falla, Albéniz... ¡¡¡Dios, cuantos minutos de gloria, de descanso, de alegría para nuestros cuerpos envueltos por su mágica melodiosidad!!!. ¡Ojo! que al igual que digo clásicos, puedo decir "inmortales". Piezas que pasaron a denominarse clásicos por su entereza musical. "The wall" de Pink Floid, "Yesterday" de The Beatles, "Bohemian Rapsody" de Queen y otros muchos más...
Me quedo con una frase bíblica que seguro me daréis la razón: "Dadle al César lo que es del César (...)". Pues eso, mierda a los que comercian con mierda, y así dormiremos más tranquilos, más relajados, escuchando nuestra música favorita, y no lo que ellos quieren vendernos.
¡¡¡Ah!!!, y sí, eran muy buenas las películas de Vitali. Yo me reí mucho con ellas.

lunes, 2 de julio de 2007

REUNIDAS LAS PARTES...

... y claro, nos reunimos.
Allí estaba yo, después de pasar unos 10 minutos ante la puerta del portal sin que me abrieran. Y es que el micro funciona mal (¡¡¡vaya por dios!!!), y otros 10 junto con más personas investigando porqué nadie abría la puerta del portal. Al final, allí estabamos. Todos reunidos. Ocho personas mayores y yo. Cuando digo mayores, me refiero a que la edad de todos los reunidos, excepto yo, sobrepasaban los 40, mientras yo aún no he llegado a la treintena. Poco falta, sí, pero aún tengo veinti-tantos. Qué le vamos a hacer.
El Sr. Decano, el Sr. Secretario y otras personalidades de relevancia en el Colegio estaban allí, enfrente de mí. Yo sentado en un rincón de la mesa, al lado del más anciano de los allí presentes, el cual no hacía más que cuestionar su posición y su trabajo frente a las personalidades que allí estaban. Que si los ayuntamientos, que si la provincia, que si el pais... Y yo en medio de la guerra.
Lógicamente, los jóvenes no estaban allí (excepto yo, claro). Sólo yo era representante de los jóvenes. Todos preguntan: ¿No hay jóvenes?, ¿dónde están?. Me ha tocado la cuestión. No por ser culpable, no. Todo esto pasa porque los jóvenes ya no nos comprometemos con nuestra profesión. Nos la sopla si fulanito entra en Arcelor o si está enchufado a la Fábrica de Armas o si es hijo del constructor MENGANO. El caso es que allí los jóvenes no están. ¿Pero los hay, no?. Pues claro que sí. Cada día somos algunos más, pero también los mayores quieren descansar, y se retiran, ¿sabes?.
Estado de cuentas. Todos aceptan las cantidades y que se hacen malabarismos para no tener más gastos en la asociación. Si, ya sé que saben llevar su casa. Yo también sé llevar la mía, ¿y qué?. Pues lo dicho, ¿dónde están los jóvenes?. Nadie lo sabe. Ni siquiera yo, que soy uno de ellos.
Pues nada, a ver qué ocurre con el gobierno. Unos nos apoyan, otros nos pasan por el forro de los c...., pero es que la cosa está fatal. Arquitectos, Ingenieros Superiores, Ingenieros Técnicos (peritos), todos, pueden hacer nuestro trabajo. ¿Y nosotros?. ¿Qué hacemos nosotros?. El Colegio se está haciendo mayor. La gente ya no lucha, cada uno tiene su empleo más o menos estable pero, ¿y los jóvenes?. Los jóvenes no existen. Los jóvenes no tienen definidos sus poderes, no saben qué deben hacer, tienen otros empleos porque no se comprometen, no saben quienes son, no saben qué son capaces de hacer, de conseguir, de establecer.
Los viejos ya no luchan como cuando eran jóvenes. Los jóvenes no quieren luchar.
La batalla está perdida, ¿no?. NO.
Mientras haya un sólo jóven que siga asistiendo a las Asambleas anuales del Colegio, siempre habrá esperanza. Mientras sólo uno sepa qué es, qué ha estudiado y qué es capaz de hacer con sus manos, será un jóven entregado a su Colegio, a su Asociación y a su profesión.
"Estamos en el año 2007 después de Jesucristo. Los jóvenes profesionales, sucesores de los grandes maestros, habían sido vencidos por los Ingenieros, después de larga lucha... Algunos profesionales, como los de algunos Colegios provinciales, tienen que deponer sus portaminas a los pies de los Arquitectos. Reina la paz, sólo perturbada por algunos ataques de Ingenieros, que pronto son rechazados... Todo los profesionales están desempleados o ejercitan otras profesiones... ¿Todos...? No! Unos pocos autónomos y enchufados resisten victoriosos a los invasores, unos pocos colegiados trabajan orgullosos, rodeados por Ingenieros y desaprensivos empleadores, quienes no les hacen fácil su vida profesional. Todos los esfuerzos para desalentar a estos Técnicos Superiores han sido en balde..." (si fueramos como Asterix...!!!)