lunes, 16 de julio de 2007

BLANCANIEVES Y LOS 7 PECADOS CAPITALES

No, no es ningún cuento ni ninguna nueva versión del clásico de Disney. Lo que realmente estoy haciendo es darle una nueva cara, refrescar la imagen de nuestra sociedad y darle un poco más de rectitud.
Sí, rectitud, porque nos hemos ido por los Cerros de Úbeda, por Despeñaperros o por cualquier otro sitio que no sea el que realmente tengamos que trazar.
Mire usted, otro camino lleno de curvas como de las que advierte el membrete de nuestro queridísimo blog.
Pues bien, sin más dilación, comencemos a enumerar los enanitos (digo, los pecados) que son los siete que a continuación saco a relucir:
 
- Acidia (en latín Pereza). ¿Qué puedo decir?. Todos cometemos este pecado. Algunos dirán "¡pues yo no!", ¿ah, no?, espera... ahora te voy a nombrar unos cuantos ejemplos... Cuando éramos pequeños y nuestra madre nos despertaba por la mañana para ir al colegio... ¿algún día hubo que tiráramos de las sábanas para seguir durmiendo, verdad? Pues ya está. Perezosos somos. Luego, que hubieran más o menos oportunidades de decir "déjame en paz", "luego lo hago", "ahora voy", "déjelo usted para mañana"...
Si hombre, que no nos chupamos el dedo, que alguna vez fuimos perezosos.
Solución: la diligencia. Ya, ya empezamos con las tonterías. Noooooooo, que no se trata de la Wells and Fargo. Se trata de imponerse las metas y cumplirlas en un determinado tiempo. Es la barrera de superarse a sí mismo.
Castigo: una fosa llena de serpientes. Sí, Indiana Jones debía ser perezoso a más no poder porque se las tenía que ver en cada aventura en el antiguo Egipto con dichos invertebrados.
Para los que pregunten qué demonio está vinculado con este pecado, decir que es Belphegor, que ayuda a la gente a hacer descubrimientos, principalmente en el campo de la ciencia. Es difícil de convocar debido a que su ofrenda de sacrificio es excremento (¿qué dices?, ¡¡¡pero si es facilísimo!!!, te cagas en él y ya está). Si dices 7 veces su nombre caerás en coma y dormirás por semanas (yo que tú, ni en pensamiento, por si acaso).
 
- Avaritia (en latín avaricia). ¿Quién no ha sido avaro? Vale, no pregunto ni culpo a nadie. Pero, ¿qué podemos hacer? Somos humanos, torpes y débiles.
Solución: ser generosos. Y no me refiero al dinero precisamente, sino a ser altruísta.
Una pega. La generosidad viene dada por un sentimiento de culpabilidad a favor de una necesidad de liberación de esos remordimientos. Una vez saciados, ya no hay más necesidad de mostrarse generoso, y nos volvemos egoistas. O sea, que es un círculo vicioso.
Castigo: aceite hirviendo. O lo que es lo mismo, frito como una patata o una salchicha (calentito, calentito)
Su demonio: el Mamón. Sí, sí, Mammon. Como suena. Es el demonio de los avaros. Sino, ¿de dónde creéis que viene la locución tan castiza "¡¡¡no me seas mamón!!!"? Pues eso, ¡¡¡mamones!!! (le estoy pillando el gusto, oye).
 
- Gula. De este mejor, no comento. Todos sabemos qué es y a qué se dedica.
Solución: templanza (en latín, frenum). Eso, ¡echa el freno, magdaleno!.
Castigo: forzado a comer ratas, sapos, lagartijas y serpientes vivas. ¡¡¡Vaya!!! iba a decir yo que eso lo hacen los SEALs, Rangers, Legionarios y demás guerreros militares (y no tan militares, como los Yanomamis y los Bosquimanos), pero lo de vivos... ejem, ejem...
El demonio: Beelzebub, Baal Zabut, Belcebú o como lo queráis llamar. También podéis optar por su traducción, "señor de las moscas".
 
- Invidia. ¿Quién no ha querido ser o parecerse a tal o cual?, ¿o tener lo de fulanito o menganito?. ¿Nadie, verdad?.
Solución: caridad (en latín humanitas). ¡Fíjate qué cosas!. Para la envidia, la solución es humanidad. Alguno pensará: "entonces el mero hecho de ser humano, ya me libera...". Seguro. ¡¡¡Léetelo de nuevo, chaval!!!.
Castigo: Sumergir en agua helada. Sé de gente que hace esto todos los años. Y se lo pasan en grande. ¿Habéis probado a ducharos con agua fría? Sí, lo pasas mal. Sobre todo porque el champú tarda un poco más en irse, pero aguantas, respiras más fuertemente, sientes cómo tu corazón bombea como un loco, pero tú aguantas. Cierras el grifo y coges rápido la toalla. Tu cuerpo tiembla, pero por razones que no llegas a descubrir, te sientes bien. Sientes como si una carga hubiera desaparecido, y te sientes como un hombre nuevo. ¿A ver si va a ser eso?.
Demonio: Leviatán. Algo parecido a Kraken (película "Furia de Titanes"),  de la Iliada de Homero.
 
- Ira.
Solución: Paciencia. Ser pacientes, no tontos, ¿vale?. Como dicen: "la paciencia es la madre de la ciencia".
Castigo: desmembramiento. ¿Cuántos no fueron castigados así sin que fueran odiosos sino odiados?
Demonio: Satanás (enemigo, acusador). Ahora ya sabéis de dónde viene lo de "abogado del diablo". Más bien sería "fiscal de los demonios".
 
- Luxuria. De aquí mejor callarse. Cada uno que cargue con lo suyo. Todos somos padres de hijos e hijos de padres. Es el pecado más conocido.
Solución : la castidad. (¡¡¡Ahora vas y lo cascas!!!) Buenooooooooo... Dime, dime. ¿Vas a hacer voto de castidad, cuando dicen que hasta los curas ni lo hacen? Ya no hay hombres santos. Y si hay alguno, le llaman de todo, menos casto.
Castigo: asfixiado en fuego y azufre. Para eso mira, las centrales térmicas alimentadas con carbón o te tiras al interior de un volcán. ¡Oye, soluciones más rápidas imposibles!.
Demonio: Asmodeus. Como creen algunos, el padre de Merlín (sí, sí, el viejo mago con cara de bonachón que dio a Arturo la espada Excalibur). Mira tú en qué acaba la cosa, oye.
 
- Superbia (en latín soberbia/orgullo).  Es la causa de la caída de Lucifer. Debería haberla puesto la primera, ya que es la más importante, pero como lo último que se lee, es lo que más perdura en la cabeza de la gente, pues es lo último, sí.
Solución: humildad (humilitas en latín). Por eso, cuando nos damos de grandes y mejores, una pequeña cura de humildad nos hace bajar de las nubes.
Castigo: la rueda. Esto es, una rueda que se hacía girar haciendo que el infractor se mareara y perdiera la consciencia. Luego, se le agregaba un eje y se hacía bajar al agua para que se ahogara y además quedaba aplastado por la propia rueda.
Demonio: Lucifer (luz fea). Antes de ser "desalojado" del Cielo, se llamaba Luzbel (luz bella), pero al ser un arcángel hermoso y compartir con Gabriel un puesto de gran estatus, se le subió la categoría más de lo debido, con las consiguientes consecuencias. ¡¡¡Patadón y p'abajo!!!. El resto, ya lo sabéis culturalmente. Es malo maloso.
Pues con esto, termino con los pecados capitales. La Santa Madre me dará una buena colleja por publicar esto, pero es que si no repasamos de vez en cuando, lo pasaremos por alto y luego lo que haremos será seguir tropezando con la misma piedra una y otra vez.
"Alea jacta est et mea culpa est qui peccatore sunt" (lo último es de mi cosecha, por lo tanto, puede no estar correctamente conjugado).

2 comentarios:

Unknown dijo...

tan poquitas lineas a la gula no seran a causa de tu pancita??? digo, pa que no digan que luego es tu debilidad, a mi ni me digas nada que estoy a dieta y hace dias que me muero de hambre, que alguien me pase 1 kg de chocolate por favor.....

El último hombre al que verás... dijo...

Menos letras tiene la IRA, pero claro, mejor es no decir nada de esto, ¿verdad?.