martes, 10 de julio de 2007

¿QUIENES SOMOS?, ¿DE DONDE VENIMOS?, ¿A DONDE VAMOS?.

Éstas son las tres preguntas eternas.
Pero nadie las responderá con certeza. Se hablará del mismo tema en diversos ámbitos, pero esta vez quiero hacerlo patente: hablo de mi familia.
Como es lógico, nadie quiere tirar los trapos sucios para que otros los vean y hagan de una pequeña manchita de agua un lamparón de lejía. Yo tampoco, pero desde hace bastante tiempo, me viene corroyendo esa ansia de conocimiento, ese querer saber, vamos, lo que nos ha hecho humanos. No lo hago por mí solamente, lo hago por los demás, por mi hija, mis padres, mi hermano, mis primos, mis tíos... Todos queremos saber, porque no sabemos nada.
Sí, es tajante y a la vez insólito, que nadie sepa nada más allá de sus abuelos, salvo quienes tuvieron la fortuna de conocer a sus bisabuelos siendo niño o aquellos que, por su prestigio, conocen a toda su rama genealógica.
Me parece bien que en el colegio tengamos que empollarnos la genealogía de S. M. Don Juan Carlos I, ya que forma parte de nuestra sociedad pero, ¿para qué cojones quiero saber yo las mujeres de Enrique VIII, aquellas que fueron aniquiladas una a una porque al gordinflón de los cojones le pasaba por los susodichos lo que dijera el Papa?. Pues no. No quiero saber, aunque sepa la lista de memoria, las esposas del fulano.
Hagamos un estudio. Si a los niños de un colegio cualquiera, les pedimos que nos hagan un sencillo árbol genealógico, la mayoría de ellos no pasará de sus bisabuelos, a lo sumo tatarabuelos gracias al conocimiento de sus padres y abuelos, pero nada más.
Caso aparte es la procedencia de los ancestros y sus deberes. Actualmente podemos decir que el niño Fulanito, hijo de Fulano (Arquitecto) y Fulana (Médico), es nieto de Mengano (Encargado de obra) y Mengana (ama de casa) y nieto también de Paisano (Médico de pueblo) y Paisana (Tendera). Pero lo que el pobre Fulanito no sabe es que sus bisabuelos fueron agricultores, o emigrantes, o vaya usted a saber. El niño Fulanito piensa que viene de una familia noble, porque tiene un apellido raro, o es el nombre de una población, o de un título nobiliario (como es mi caso), o porque un tío de su madre era la virgen santa de importante. Pobre Fulanito, no sabe que viene de una casta pobre, que en su familia siempre fueron agricultores, de esos de sol a sol, dando más de la mitad de la cosecha a la Iglesia, al Estado y a la Gran Señora Duquesa de Alba, ya que las tierras le pertenecen a ella. Pobre Fulanito, cuando se entere de que eran pobres, de que nunca tuvieron una PSP, un DVD, una tele, juguetes, montones de lápices de colores, unos playeros chulis y todo lo que tiene él. Pobrecito. Cuando se haga mayor, lo entenderá (piensan sus padres).
Sí, uno se hace mayor y empieza a conocer que antes de la democracia hubo una dictadura, emigraciones, una guerra entre hermanos, pueblos y que murió mucha gente. Que hubo repúblicas, guerras entre reyes, imperios, revoluciones, pestes, la Inquisición... y seguimos hacia atrás hasta que nos damos cuenta de que somos hijos de la misma mona... Sí, una monada (como te llama tu vecina del 3º). Pero sigues sin saber quién cojones eres tú.
La primera pregunta, sin darnos cuenta, ya la contestamos. Somos una monada. ¿Verdad que es gracioso?. Eso hay que tenerlo claro. Somos animales. Evolucionados, pero animales.
Fulanito aprendió en el colegio que descendemos del mono. Que empezamos a tirarnos piedras y aprendimos a matar, a cazar y a labrar la tierra.
Sí, parece algo lejano, pero aprendimos, en la escuela de la vida, gracias a nuestros ancestros sabemos, casi genéticamente, que las semillas se entierran, se riegan y que crecen. ¡¡¡Ufff!!! cuánto saber, eh!!!. ¡¡¡Ignorantes!!! Sabemos más de lo que demostramos. Vemos películas de "riesgo" en las que los protagonistas hacen verdaderos milagros con lo que tienen a su alrededor. Saben sobrevivir. Nosotros decimos: "eso no sé si podría hacerlo yo". ¡Claro que sí, hombre, incluso mucho más y mejor!.
Fulanito, ya algo más mayor, se dio cuenta de que gracias a los Registros Civiles se puede saber más sobre uno mismo, y tira de la cuerda. Descubre que es descendiente de un paisano campechano, de los de boina y carro de bueyes, de una mujer, madre de un pelotón de chiquillos que andaban medio descalzos por el pueblo, que se iban a bañar al río porque no tenían bañera en casa. Que esas personas echaron para adelante a los niños con lo poco que tenían y que llegaron a donde llegaron. Que fue así durante años, décadas.
Gracias a los archivos de la Madre Iglesia, pudo saber más. Que hubo más agricultores en su familia. Pero grandes personas. Ahora ya conoce sus nombres. Ahora ya sabe cómo vivían. No le hace falta fotos, los ve en sus adentros como si estuviesen vivos. Sabe que tiene parte de ellos en su sangre, y con eso le basta.
Sabe que hace muchísimo tiempo uno de ellos trabajó para el rey, fue un hombre de confianza, dio su vida por defenderlo ante sus enemigos.
No, Fulanito, no vayas a pedirle cuentas al Rey, ahora. No te atenderá. Quizás te mande una carta escrita por uno de sus consejeros y rubricada por él mismo felicitándote por ser descendiente directo de aquél paisano que estuvo a las órdenes de su ancestro. No, Fulanito, no cometas locuras. Sólo tú sabes que eres el descendiente de tal. Igual que tus primos, que tus tíos, que tus abuelos y el resto de la familia. No eres tú sólo el que tiene derecho a decir quién eres. Pero sabes de dónde vienes.
Ya ves, segunda pregunta contestada.
La tercera... creo, amigo Fulanito, que la tercera sólo la podrá responder el tiempo... Sólo puedes dejar constancia de tu paso por el mundo a los que te siguen, y sentirte orgulloso de que perteneces a esa Gran Familia.
Rinde homenaje a los que pertenecieron, y saluda con orgullo a los que ya están aquí y a los que vendrán, los que te llamarán abuelo algún día y te harán las tres mismas preguntas que tú también te has hecho.
- Con cariño a los amigos del grupo de Genealogía Reino de León de Yahoo -.

5 comentarios:

Unknown dijo...

pareces mormon con ese interes, a ellos si les enciende el tema por que tienen que bautizar a sus muertitos je je

El último hombre al que verás... dijo...

No soy mormón, soy católico. Pero mira, llevo tiempo queriendo saber sobre mi familia porque más atrás de mis abuelos, todos son desconocidos, incluso para mis tíos. Estoy haciendo un trabajo que quiero que lo herede Carolina, que sea de admiración para mis padres y para mi hermano. Pero me quedaré satisfecho cuando realmente toda la familia conozca realmente de donde viene.

Unknown dijo...

pues te cuento que mi abuela tiene una foto de su abuelo que participo en la guerra con chile

El último hombre al que verás... dijo...

Y tú tienes fotos mías por ahí... ¿y qué? Eso solamente quiere decir que tu tatarabuelo salía muy bien en las fotos y que tu abuela era su ojito derecho. ¿O qué pensabas que era? Por cierto, ¿en qué año fué esa guerra con Chile?, ¿qué querían conseguir, más playas, no tienen ya bastante costa?

Noe dijo...

La verdad que estudiarte el arbol genealogico de Juan Carlos I no sirbe de nada, ami personlamente ya se me olvido y ni me interesa recordalo. Pero esto me hace acordarme de un trabajo que me mandaron hacer en psicologia el cual consistia en hacer un biografia de tu vida. Y ami me dio por indagar en mis antepasados e investigar sobre mis tatarabuelos, bisabuelos, etc y descubri cosas muy molonas, aunque tambien he de decir que algunas tambien eran desagradables. Pero bueno... yo se lo aconsejo a todo el mundo.